9.7.12

La masturbación


Este tema ha generado muchas contradicciones y opiniones diversas, pero tratemos de darle un enfoque bíblico, si bien es verdad que la Biblia no habla “directamente” de la masturbación esto no significa que es algo que se pueda hacer libremente sin ningún impedimento porque con ese criterio de que “en la Biblia no esta” podemos cometer serios errores. Por ejemplo: En la Biblia no esta la palabra pornografía, entonces alguno puede decir “ha, como no esta entonces puedo consumirlo”, tampoco esta la palabra “Aborto”, pero si esta la palabra homicidio, con la masturbación pasa lo mismo, y con muchas otras palabras que no están en la Biblia, creo que ante todo debemos tener la luz de la revelación de la palabra de Dios. Aunque parezca increíble para algunos, cierta vez escuche a un joven decir “En la Biblia no esta la palabra cerveza, pero si esta sidra y vino, entonces yo tomo mucha cerveza, porque la Biblia no dice nada de eso” y con el mismo criterio con el que fácilmente derribaríamos ese torpe argumento, también tenemos que derribar cualquier otro.
Vale aclarar ante todo que si tienes problemas con esto o alguien te pide ayuda por este tema hay que quitar toda culpabilidad y acusación que pueda venir a la mente teniendo ante todo un corazón arrepentido y sabemos que nuestro Dios es misericordioso y compasivo no solo para perdonarnos sino también para ayudarnos a ser libres de todo vicio y esclavitud pecaminosa.
Hay que aclarar también que hay una gran diferencia entre la masturbación que se produce en la pubertad en los niños adolescentes y en la masturbación compulsiva de los jóvenes y adultos. No quiero dar una edad exacta para determinar cuando uno ya paso el tiempo de conocer su cuerpo y de experimentar ciertas sensaciones que según especialistas es absolutamente normal y necesario que un niño adolescente se haya masturbado algunas veces, estas son etapas que los padres no deberían alarmarse, cuando el cuerpo comienza a crecer, produciendo toda una revolución que hay que saber comprender y acompañar, pero para los que queremos que nuestras vidas y familias crezcan en los principios cristianos sabemos que hay que aprender y enseñar claramente el tema de la sexualidad en el crecimiento de los hijos hablando abiertamente el tema sin ningún tipo de impedimentos, creo que cuando mas le enseñamos a un adolescente, más herramientas y claridad tendrá para enfrentar sus inquietudes. En la mayoría de los casos los niños adolescentes hablan de esto con sus amigos y seguramente se hayan masturbado más de una vez, por lo que no hay que hacerlos sentir culpables. Solo hay que enseñarles los principios esenciales para que tengan un crecimiento sano.
Pero lo que ahora nos compete es cuando la práctica de la masturbación ya traspasa el corto tiempo de la pubertad* y se transforma en un hábito compulsivo periódico. Ahora bien, porque un joven o un adulto se hayan masturbado varias veces no existen consecuencias físicas, ni psicológicas como para considerar. Pero vamos a verlo desde un punto de vista bíblico y espiritual. Dios creó al hombre con deseo sexual, por lo tanto no hay que suprimirlo sino controlarlo, si sentimos deseo sexual no es malo, lo malo es no tenerlos bajo control, el problema es igual con cualquier sentimiento y deseos naturales como tener ganas de comer o dormir, enojarse, desear ganar dinero o desear tener relaciones sexuales; no es problema tenerlos en nosotros, el problema es dejarnos dominar por ellos. Cualquiera de las cosas recién nombradas fuera de control puede  tener un fuerte efecto negativo en nuestra vida en general, por ejemplo:
  1. Comer en exceso sin control  (pecado de glotonería, gula, además de  problemas cardíacos y otros problemas de salud física).
  2. Dormir más de los debido (pecado de pereza, desgano, vagancia, holgazanería, además de otros efectos físicos negativos)
  3. Prioridad en ganar dinero excesivamente (pecado de codicia, amor al dinero, egoísmo, avaricia, problemas familiares, etc)
  4. Enojos desmedidos (Odio, heridas emocionales, amarguras, resentimientos, falta de perdón, angustia)
  5. Deseos sexuales sin control (lujuria, lascivia, adulterio, fornicación)
Vemos que hemos enumerados deseos y sentimientos normales pero siempre el problema es no dominarlos equilibradamente por medio de una vida espiritual en crecimiento. Y específicamente vamos a tratar el tema de la masturbación.
La polución nocturna
También denominado “Sueño húmedo”, y se refiere a la eyaculación de semen de forma involuntaria cuando dormimos, ocurre especialmente finalizando la adolescencia por la acumulación de semen, es decir que también es normal en esta corta etapa, puede ir acompaña o no de sueños eróticos. Creo que ocasionalmente a las personas que no tienen una vida sexual activa puede pasarles, tampoco hay que pensar que Dios nos condena por tener esas poluciones nocturnas involuntarias, puede ser común un sentimiento de culpa pero de alguna manera es algo natural del organismo según muchos especialistas. El problema es que no hay que usar nada como excusa. Y si se tiene poluciones nocturnas muy seguido, puede que también sea un problema que estemos manifestando en nuestros sueños y sabemos que si no llevamos una vida espiritual saludable, los deseos carnales pecaminosos y Satanás pueden tomar ventaja en el asunto, estas poluciones nocturnas involuntarias fuera de la pubertad las pueden tener ocasionalmente y de forma aislada los creyentes que no tengan una vida sexual activa. Pero en definitiva estas poluciones no son masturbación.
La masturbación es un acto voluntario y consiente, el apóstol pablo aconsejó lo siguiente:
“cada uno tiene de Dios su propio don: éste posee uno; aquél, otro. 
A los solteros y a las viudas les digo que sería mejor que se quedaran como yo. Pero si no pueden dominarse, que se casen, porque es preferible casarse que quemarse de pasión.” 1 corintios 7:7-8 (NVI)

Creo que en este versículo hay claves esenciales del tema. Estos consejos están dirigidos a quienes “no tienen Don de continencia” como dice la Biblia reina Valera que se refiere a la capacidad dada por Dios a ciertas personas para llevar a cabo tareas especificas, que era el caso del apóstol Pablo, y que para ellos no es un problema el “arder de pasión” ni luchan con esto, pero también dice en 1 corintios 7:6 “Quisiera más bien que todos los hombres fueran como yo; pero cada uno tiene su propio don de Dios, uno a la verdad de un modo, y otro de otro”. Por eso el no se casó, ni busco hacerlo, pero era el llamado de Dios para su vida, y nunca dijo que fuera así para todos, el versículo es claro,  al contrario dice que Dios da diferentes dones, por lo tanto quien no tiene este don aconseja Pablo, “que se casen, porque es preferible casarse que quemarse de pasión.” Fíjense que no condena el deseo de “quemarse de pasión” sino que le da una solución: que se case. Esto nos da la pauta de que los hermanos deben pensar en el casamiento, planificarlo y hacerlo en la voluntad de Dios, como también dice el libro de génesis “No es bueno que el hombre este solo” Dios creó al hombre para estar acompañado por una mujer y es el mismo principio que aconseja el apóstol pablo, por regla general el que “no tenga el don de continencia” que se case. Pero que se tenga el deseo de casarse no da permiso a que mientras tanto nos ocupemos de la masturbación. Sino que ordenadamente nos ocupemos de las cosas del Señor planificando y orando por el casamiento. La masturbación está ligada a muchos pecados,  y puede producir una adicción muy dañina. Dios quiere bendecirte para que formes una familia que disfrutes, que seas feliz con ella, que sean ejemplo y que lo sirvan a Él. Esta es la voluntad de Dios.
La masturbación compulsiva es una práctica sexual que esta íntimamente ligada a la lujuria, a la lascivia, a la pornografía y toda clase de pensamientos impuros, y si se ha realizado tienes que pedirle a Dios que te restaure y te ayude a vencerla, de lo contrario se puede transformar en un hábito vicioso que le abre las puertas al enemigo. Hay una frase muy sabia entre los cristianos “Mente desocupada, taller del diablo”, una de las cosas que provocan la masturbación es tener una mente ociosa.
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Definición de lujuria: Vicio consistente en el uso ilícito o en el apetito desordenado de los deleites carnales. Exceso o demasía en algunas cosas. 
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Definitivamente Dios no creo al hombre para que se masturbe, el plan de Dios es que el hombre y la mujer se casen si no tienen el don de continencia para un llamado especial.
Para vencer la masturbación primero hay que tener una vida espiritual activa, amar al Señor, buscar su presencia y su revelación cada día, leyendo su palabra y orando. Tener una amistad con el Espíritu Santo es lo primero y principal, si se quiere vencer por medio de otras estrategias sin esta, puede ser sumamente difícil y frustrante.
Después de esto se pueden tener en cuenta otros consejos como por ejemplo, no dejar divagar la mente con pensamientos lujuriosos, tomar el control de los pensamientos, la Biblia dice: “Someteos pues a Dios, resistid al diablo y huirá de vosotros”. La carne genera pensamientos pecaminosos y el diablo los potencia. “someteos a Dios” es obediencia, es tener prioridad en las cosas espirituales. “resistid al diablo y huirá de vosotros” habla de la victoria que nos entrego el Señor en la cruz, el nos dio dominio propio para que lo usemos y ejecutemos, tenemos el control de los pensamientos, el dominio propio significa que las cosas no nos dominan, los sentimientos no nos dominan, tampoco los pecados, ni los pensamientos desordenados, hay que ponerle el freno a los pensamientos que nos seducen al pecado y el enemigo huirá.
Otro aspecto esencial junto con los pensamientos son los ojos, todo lo que ven nuestros ojos es sumamente importante, sabemos que el hombre es “Mirón” por naturaleza pero en Cristo tenemos dominio de los ojos, Jesús dijo: “Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón”. Mt. 5:27-28. Y lo mismo es para las mujeres. Recuerda que el deseo puede estar, el impulso de mirar esta ahí, pero lo malo no es eso en si, sino que le demos rienda suelta. Que no le pongamos freno. Los ojos no te pueden dominar. Nosotros dominamos los ojos, eso es dominio propio. Si las miradas no son dominadas, traerán una serie de pensamientos y despertaran una serie de deseos e impulsos que llevarán a la masturbación y a la lujuria.
Es bueno estar ocupado en cosas productivas, estudiar, planificar, ponerse objetivos, hacer ejercicio físico y relacionarse con hermanos que nos ayuden y enseñen. Si estamos largas horas pensando en cosas negativas, sin actividades, o con muy pocas actividades nuestra vida se encerrara en un círculo vicioso sin salida.
Resumen:
Dominar los ojos y los pensamientos, de esta manera se controlan los deseos y las acciones. Tener actividades productivas. Y ante todo andar en amistad con el Señor.