Vale aclarar ante todo que si
tienes problemas con esto o alguien te pide ayuda por este tema hay que quitar
toda culpabilidad y acusación que pueda venir a la mente teniendo ante todo un
corazón arrepentido y sabemos que nuestro Dios es misericordioso y compasivo no
solo para perdonarnos sino también para ayudarnos a ser libres de todo vicio y
esclavitud pecaminosa.
Hay que aclarar también que hay
una gran diferencia entre la masturbación que se produce en la pubertad en los
niños adolescentes y en la masturbación compulsiva de los jóvenes y adultos. No
quiero dar una edad exacta para determinar cuando uno ya paso el tiempo de
conocer su cuerpo y de experimentar ciertas sensaciones que según especialistas
es absolutamente normal y necesario que un niño adolescente se haya masturbado
algunas veces, estas son etapas que los padres no deberían alarmarse, cuando el
cuerpo comienza a crecer, produciendo toda una revolución que hay que saber
comprender y acompañar, pero para los que queremos que nuestras vidas y
familias crezcan en los principios cristianos sabemos que hay que aprender y
enseñar claramente el tema de la sexualidad en el crecimiento de los hijos
hablando abiertamente el tema sin ningún tipo de impedimentos, creo que cuando
mas le enseñamos a un adolescente, más herramientas y claridad tendrá para
enfrentar sus inquietudes. En la mayoría de los casos los niños adolescentes
hablan de esto con sus amigos y seguramente se hayan masturbado más de una vez,
por lo que no hay que hacerlos sentir culpables.
Solo hay que enseñarles los principios esenciales para que tengan un
crecimiento sano.
Pero lo que ahora nos
compete es cuando la práctica de la masturbación ya traspasa el corto
tiempo de la
pubertad* y se transforma en un hábito compulsivo periódico. Ahora bien, porque
un joven o un adulto se hayan masturbado varias veces no existen consecuencias
físicas, ni psicológicas como para considerar. Pero vamos a verlo desde un
punto de vista bíblico y espiritual. Dios creó al hombre con deseo sexual, por
lo tanto no hay que suprimirlo sino controlarlo,
si sentimos deseo sexual no es malo, lo malo es no tenerlos bajo control, el
problema es igual con cualquier sentimiento y deseos naturales como tener ganas
de comer o dormir, enojarse, desear ganar dinero o desear tener relaciones
sexuales; no es problema tenerlos en nosotros, el problema es dejarnos dominar
por ellos. Cualquiera de las cosas recién nombradas fuera de control puede tener un fuerte efecto negativo en nuestra
vida en general, por ejemplo:
- Comer en exceso sin control
(pecado de glotonería, gula, además de problemas cardíacos y otros
problemas de salud física).
- Dormir más de los debido (pecado
de pereza, desgano, vagancia, holgazanería, además de otros efectos
físicos negativos)
- Prioridad en ganar dinero
excesivamente (pecado de codicia, amor al dinero, egoísmo, avaricia,
problemas familiares, etc)
- Enojos desmedidos (Odio, heridas
emocionales, amarguras, resentimientos, falta de perdón, angustia)
- Deseos sexuales sin control (lujuria, lascivia, adulterio, fornicación)
Vemos que hemos enumerados
deseos y sentimientos normales pero siempre el problema es no dominarlos
equilibradamente por medio de una vida espiritual en crecimiento. Y
específicamente vamos a tratar el tema de la masturbación.
La polución nocturna
También denominado “Sueño
húmedo”, y se refiere a la eyaculación de semen de forma involuntaria cuando
dormimos, ocurre especialmente finalizando la adolescencia por la acumulación
de semen, es decir que también es normal en esta corta etapa, puede ir acompaña
o no de sueños eróticos. Creo que ocasionalmente a las personas que no tienen
una vida sexual activa puede pasarles, tampoco hay que pensar que Dios nos
condena por tener esas poluciones nocturnas involuntarias, puede ser común un
sentimiento de culpa pero de alguna manera es algo natural del organismo según
muchos especialistas. El problema es que no hay que usar nada como excusa. Y si
se tiene poluciones nocturnas muy seguido, puede que también sea un problema
que estemos manifestando en nuestros sueños y sabemos que si no llevamos una
vida espiritual saludable, los deseos carnales pecaminosos y Satanás pueden
tomar ventaja en el asunto, estas poluciones nocturnas involuntarias fuera de
la pubertad las pueden tener ocasionalmente y de forma aislada los creyentes
que no tengan una vida sexual activa. Pero en definitiva estas poluciones no
son masturbación.
La masturbación es un acto
voluntario y consiente, el apóstol pablo aconsejó lo siguiente:
“cada uno tiene de Dios su
propio don: éste posee uno; aquél, otro.
A los solteros y a las viudas les digo que sería mejor que se quedaran como yo. Pero si no pueden dominarse, que se casen, porque es preferible casarse que quemarse de pasión.” 1 corintios 7:7-8 (NVI)
A los solteros y a las viudas les digo que sería mejor que se quedaran como yo. Pero si no pueden dominarse, que se casen, porque es preferible casarse que quemarse de pasión.” 1 corintios 7:7-8 (NVI)
Creo que en este versículo hay
claves esenciales del tema. Estos consejos están dirigidos a quienes “no tienen
Don de continencia” como dice la Biblia reina Valera que se refiere a la
capacidad dada por Dios a ciertas personas para llevar a cabo tareas
especificas, que era el caso del apóstol Pablo, y que para ellos no es un
problema el “arder de pasión” ni luchan con esto, pero también dice en 1
corintios 7:6 “Quisiera más bien que todos los hombres fueran como yo; pero
cada uno tiene su propio don de Dios, uno a la verdad de un modo, y otro de
otro”. Por eso el no se casó, ni busco hacerlo, pero era el llamado de Dios
para su vida, y nunca dijo que fuera así para todos, el versículo es
claro, al contrario dice que Dios da diferentes dones, por lo tanto quien
no tiene este don aconseja Pablo, “que se casen, porque es preferible casarse
que quemarse de pasión.” Fíjense que no condena el deseo de “quemarse de
pasión” sino que le da una solución: que se case. Esto nos da la pauta de que
los hermanos deben pensar en el casamiento, planificarlo y hacerlo en la
voluntad de Dios, como también dice el libro de génesis “No es bueno que el
hombre este solo” Dios creó al hombre para estar acompañado por una mujer y es
el mismo principio que aconseja el apóstol pablo, por regla general el que “no
tenga el don de continencia” que se case. Pero que se tenga el deseo de casarse
no da permiso a que mientras tanto nos ocupemos de la masturbación. Sino que
ordenadamente nos ocupemos de las cosas del Señor planificando y orando por el
casamiento. La masturbación está ligada a muchos pecados, y puede
producir una adicción muy dañina. Dios quiere bendecirte para que formes una
familia que disfrutes, que seas feliz con ella, que sean ejemplo y que lo
sirvan a Él. Esta es la voluntad de Dios.
La masturbación compulsiva es
una práctica sexual que esta íntimamente ligada a la lujuria, a la lascivia, a
la pornografía y toda clase de pensamientos impuros, y si se ha realizado
tienes que pedirle a Dios que te restaure y te ayude a vencerla, de lo
contrario se puede transformar en un hábito vicioso que le abre las puertas al
enemigo. Hay una frase muy sabia entre los cristianos “Mente desocupada, taller
del diablo”, una de las cosas que provocan la masturbación es tener una mente
ociosa.
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Definición de lujuria: Vicio consistente en el uso ilícito o en el apetito desordenado de los deleites carnales. Exceso o demasía en algunas cosas.
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Definición de lujuria: Vicio consistente en el uso ilícito o en el apetito desordenado de los deleites carnales. Exceso o demasía en algunas cosas.
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Definitivamente Dios no creo al
hombre para que se masturbe, el plan de Dios es que el hombre y la mujer se
casen si no tienen el don de continencia para un llamado especial.
Para vencer la masturbación
primero hay que tener una vida espiritual activa, amar al Señor, buscar su
presencia y su revelación cada día, leyendo su palabra y orando. Tener una
amistad con el Espíritu Santo es lo primero y principal, si se quiere vencer
por medio de otras estrategias sin esta, puede ser sumamente difícil y
frustrante.
Después de esto se pueden tener
en cuenta otros consejos como por ejemplo, no dejar divagar la mente con
pensamientos lujuriosos, tomar el control de los pensamientos, la Biblia dice:
“Someteos pues a Dios, resistid al diablo y huirá de vosotros”. La carne genera
pensamientos pecaminosos y el diablo los potencia. “someteos a Dios” es
obediencia, es tener prioridad en las cosas espirituales. “resistid al diablo y
huirá de vosotros” habla de la victoria que nos entrego el Señor en la cruz, el
nos dio dominio propio para que lo usemos y ejecutemos, tenemos el control de
los pensamientos, el dominio propio significa que las cosas no nos dominan, los
sentimientos no nos dominan, tampoco los pecados, ni los pensamientos
desordenados, hay que ponerle el freno a los pensamientos que nos seducen al
pecado y el enemigo huirá.
Otro aspecto esencial junto con
los pensamientos son los ojos, todo lo que ven nuestros ojos es sumamente
importante, sabemos que el hombre es “Mirón” por naturaleza pero en Cristo
tenemos dominio de los ojos, Jesús dijo: “Pero yo os digo que cualquiera que
mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón”. Mt.
5:27-28. Y lo mismo es para las mujeres. Recuerda que el deseo puede estar, el
impulso de mirar esta ahí, pero lo malo no es eso en si, sino que le demos
rienda suelta. Que no le pongamos freno. Los ojos no te pueden dominar.
Nosotros dominamos los ojos, eso es dominio propio. Si las miradas no son
dominadas, traerán una serie de pensamientos y despertaran una serie de deseos
e impulsos que llevarán a la masturbación y a la lujuria.
Es bueno estar ocupado en cosas
productivas, estudiar, planificar, ponerse objetivos, hacer ejercicio físico y
relacionarse con hermanos que nos ayuden y enseñen. Si estamos largas horas
pensando en cosas negativas, sin actividades, o con muy pocas actividades
nuestra vida se encerrara en un círculo vicioso sin salida.
Resumen:
Dominar los ojos y los
pensamientos, de esta manera se controlan los deseos y las acciones. Tener
actividades productivas. Y ante todo andar en amistad con el Señor.